Una playa virgen para estar solos en el mundo.
¡Ya lo se! Tú lo que quieres son rincones aún más alejados del mundo, parajes donde puedas sentirte como Robinson Crusoe y experimentar lo que es una verdadera Reserva de la Biosfera. Pues sé bienvenido entonces: ¡aquí tienes lo que buscabas!
Se trata de la playa de En Valent, un pequeño arenal emplazado en un paraje mineral donde todo está tal cual estaba hace centenares de años, cuando por aquí solo se veían pasar las aves y las barcas navegando a lo lejos; y seguirá estando así –eso espero– por mucho tiempo, ya que toda esta zona está protegida desde 1999 y enclavada en mitad de la Reserva Marina del Norte de Menorca. Esta declaración tiene como objetivo proteger el tramo de la costa de tramontana de Menorca comprendido entre el cabo Gros y la bahía de Fornells, pues además de estar en muy buen estado de conservación se caracteriza por su elevado atractivo paisajístico y, sobre todo, natural. Y todo gracias a la gran heterogeneidad de sus fondos, que albergan gran diversidad de hábitats que favorecen la vida de 628 especies bentónicas establecidas en 35 comunidades biológicas diferentes.
Descripción: Esta playita de arena y grandes rocas situada al oeste de la punta d’en Valent adquiere unas dimensiones de 30 m de longitud por 20 m de anchura, más que suficientes para la escasez de adoradores del sol que recibe. Quien la descubre –senderistas la mayoría– lo hace casi por casualidad, pues se encuentra al pie del Camí de Cavalls. La orilla es rocosa, poco cómoda para el baño si no vas con calzado apropiado pero muy interesante para bucear.
Accesos: O siguiendo el Camí de Cavalls desde el parking de Binimel·là (caminando 1.800 m) o tomando la pista que sigue de largo dejando atrás el parking. Esta pista en mal estado llega hasta la playa de Cala Mica (o hasta esta otra si te sales un poco antes hacia la izquierda), pero ya te aviso que no cualquier coche puede superar alguno de los tramos...
Servicios: Ninguno.
