Todos los servicios para todos los públicos.
La inmensa playa de Roses gusta a todos sencillamente porque que no le falta de nada. Además de arena fina tiene todos los servicios imaginables, especialmente para las familias, que podrán relajarse viendo a sus niños disfrutar en el club infantil.
Adoro ver a los más pequeños jugar en la ludoteca municipal de la playa mientras los mayores nos relajamos. Tienen desde inflables hasta fiestas de la espuma, talleres temáticos, teatro, títeres, animación musical, etc., y todo ello en manos de profesionales titulados. Una idea que a más de una familia le va a solucionar el verano. ¿Te imaginas poder dejar a los peques aquí jugando tranquilamente durante unas horas, mientras tú te puedes ir de compras o relajarte ni que sea durante un rato? Roses ostenta la marca Destino de Turismo Familiar y sus playas han merecido la certificación ambiental EMAS, lo que significa que están especialmente adaptadas para recibir a las familias con niños. Arenales como este se encuentran entre los más limpios y seguros. Pero tengo que admitir que la bahía de Roses –con más de 3000 años de antigüedad– merece ser visitada no solo por la playa, también por su importantísimo patrimonio cultural y natural, sin olvidar el resto de las opciones de ocio (discotecas, bares, restaurantes, parque acuático, karts, minigolf, excursiones en barco, tren turístico, etc.). Teniendo en Roses nuestro “campamento base” la lista de visitas, etc. es interminable, así que mejor te acercas a la oficina de turismo y dejas que te asesoren.
Descripción: La playa de Roses es un arenal con 2.3 km de longitud dividido en cuatro sectores que reciben el nombre de playa Nova, del Rastrell, del Salatar y de Santa Margarida. No hay frontera física que las separe y en todas se disfruta por igual.
Accesos: Hay muchas opciones para llegar a la playa, pero yo te recomiendo que sigas la calle Bernat Metge hasta llegar a uno de los parkings.
Servicios: Todos los imaginables y más, incluso para discapacitados.