
¿No la conocéis? Está al NE de Mallorca, entre Capdepera y Canyamel. Y quiero que os vengáis conmigo hasta aquí por todos los rinconcitos que tiene para explorar y disfrutar. Porque aquí, además de la playa domada, la tomada por los turistas, que es bien pero que bien apetecible, hay otras cuatros calitas de esas que tanto me gustan a mi. A mi y a muchos de vosotros. Ya sabéis: de esas asilvestradas y poco concurridas. Así que preparaos el bocata y las gafas de bucear porque hoy vamos a echar el día disfrutando y explorando como nunca. Y si os apetece caminar, preparaos también buen calzado porque os voy a proponer varios paseos y excursiones que podemos hacer desde esta misma cala.
Sa Font de sa Cala es la playa domada, pero muy cerca hay otras cuatro calitas que nada tienen que ver con el turismo masivo. Prepárate para gozar descubriéndolas. © El Playólogo/Maremecum
La primera de todas, la más famosa y la más conocida por los turistas, es Sa Font de sa Cala, una cala muy amplia de arena fina donde hay algunos bloques de apartamentos y hoteles, aunque sigue siendo un lugar muy agradable a la vista. Lo mejor de esta cala es que no le falta de nada (incluso un agradable chiringuito donde picar algo) y lo protegida que está para el baño de los más pequeños. Así que si vais en plan de familia esta es la mejor opción.
El nombre de la cala, el de Sa Font, hace referencia a dos fuentes, una de las cuales es submarina, que es la que provoca que las aguas sean más dulces y frías de lo habitual en determinadas zonas, así que vamos a poder refrescarnos la mar de bien.
La cala fue originariamente de guijarros, aunque fue realimentada con arena fina para poder acoger más bañistas y ahora es un playón bastante amplio y de escasa pendiente. Por eso es tan buena para ir con los peques.
Playa de n'Aladern. © El Playólogo/Maremecum
La segunda opción, que es mi preferida, es la calita de n’Aladern, que está a nada de Sa Font de Sa Cala. Esta preciosidad es perfecta para parejas. Está rodeada de pinos entre bonitas casas de planta baja y además es de arena. No tiene servicios (ni falta que le hacen), se llega con comodidad y tiene unos fondos de roca preciosos para bucear. Y para los más exploradores, para los que os empecéis a aburrir de estar tirados todo el día sobre la toalla, os recomiendo acercaros caminando por la costa desde esta cala hacia la punta Na Baixa, hasta encontraros con un curioso entrante del mar que llaman na Peus Ampla. ¡Ya veréis qué sitio tan especial!
Es Carregador. © El Playólogo/Maremecum
Otra opción perfecta para nudistas y amantes de la naturaleza es acercarse hasta las calitas de Es Carregador, que son diminutas, pero preciosas. Alguna está a la sombra de los tamarindos, en un paisaje apenas transformado, y con unos fondos muy pero que muy atractivos para el buceo de superficie. Y la penúltima de mis propuestas es el caló de Sa Fusta, donde te puedo asegurar que estarás solo. Segurísimo.
En esta imagen aérea podéis observar el entorno de sa Font de sa Cala y las excursiones que os propongo. Los trazos discontinuos en color naranja indican los senderos por donde os recomiendo caminar. Entre A y B hay 1,4 km, y entre C y D, 2,9 km. © El Playólogo/Maremecum
¿Qué os parecería subir hasta la Talaia Nova, la Talaia Vella y las ruinas del campamento de la post guerra que hay sobre el Cap Vermell? Pasaremos antes por la cala de Sa Cova des Vell Marí, otra joya que no conoce casi nadie. Vais a alucinar con esta calita totalmente virgen y apartada del mundo.
Sa Cova des Vell Marí. © El Playólogo/Maremecum
¡Son rincones secretos que solo conocemos los verdaderos playólogos!
El sueño de los robinsones solitarios y más aventureros.