Las calas preferidas de los pintores Sorolla y Rusiñol

Mallorca
Senderismo


Mis queridos playólogos, hoy os quiero llevar hasta el extremo norte de Mallorca, a las playas preferidas de los pintores Sorolla y Rusiñol. Se trata de cala Sant Vicenç y sus cuatro preciosas calitas, a donde hay que ir ni que sea una vez en la vida, y preferiblemente en uno de esos días de verano en que no sopla viento del norte, porque solo así te encontrarás la mejor cara de esta enorme y sugerente piscina natural que es Cala Sant Vicent. Así que apuntároslo: no vengáis a cala Sant Vicent con mar de fondo o vientos fuertes del N si no es para hacer fotos de las enormes olas que se levantan.

Cala Sant Vicent

Playa de la Cala Sant Vicent con la sierra del Cavall Bernat de fondo. © El Playólogo/Maremecum

Y, hablando de fotos, no vais a dejar de disparar hacia la Serra del Cavall Bernat, esa tremenda cola de saurio que se alza con la mayor de las verticalidades de la isla y que tanto fascinó a los pintores Sorolla y Rusiñol. Y para cuando te canses de admirarla, ponte el bañador y disfruta, que a eso hemos venido. Empecemos por los chapuzones en cualquiera de las cuatro playas de cala Sant Vicent.
Las de cala Barques, cala Clara y Cala Molins son las tres playas domadas, las tomadas por los turistas, de arena fina y casi todos los servicios. Pero luego está mi preferida, la más auténtica, la más isleña, que es cala Carbó, la cala de los varaderos con las barcas encaramadas en la roca, la cala repleta de grandes cantos y piedras como bolos, pero con unos fondos de arena y rocas preciosos, perfectos para bucear y para disfrutar de la otra Mallorca.

Cala Carbó

Cala Carbó es la cala que vive ajena a los turistas en Cala Sant Vicent. Tiene un regusto muy isleño y es perfecta para alejarse de la gente y disfrutar del snorkeling. © El Playólogo/Maremecum

Y hablando de disfrutar, te recomiendo tener una experiencia vital, que es la de alquilar un kayak y explorar toda esta porción de litoral precisamente desde aquí, desde Cala Sant Vicent. Y para los que os guste caminar, sabed que desde cala Sant Vicent hay varias opciones, algunas muy sencillas y muy atractivas, como el precioso Camí de Coves Blanques, una pista que se construyó en 1940 por presos republicanos con la finalidad de levantar una batería de costa. El camino llega hasta una preciosa punta al pie de un espectacular acantilado vertical y hasta las cuevas labradas en la roca donde se iba a construir la batería de costa. Las vistas desde aquí son preciosas, y el camino es muy liviano, pues discurre por una pista en buen estado y sin apenas desnivel.

Coves Blanques

En la imagen puedes ver la punta de Ses Coves Blanques y la ruta senderista que discurre por una pista y llega hasta ella trazada en puntos discontinuos de color amarillo. De A a B hay 2,2 km. Desde el Puig de l'Aguila se puede llegar hasta cala Castell por la ruta marcada en puntos de color naranja, aunque esta opción es más dura y recomendable solo para senderistas más experimentados. © El Playólogo/Maremecum

Otra excursión muy sencilla y agradable consiste en hacer el camino que va del Port de Pollença a cala Carbó, donde te puedes dar el consabido chapuzón antes de volver a tiempo para comer en el Celler la Parra, el mejor restaurante de cocina auténticamente mallorquina del Port de Pollença (al menos para mi).

Bon profit mis queridos playólogos! Y muy buenos chapuzones!