La vuelta a Menorca en kayak. Costa Norte

Menorca
Kayak

Después de haber tenido la suerte de navegar toda la costa peninsular e insular mediterránea sin dejar ni una playa, pueblo o puerto sin visitar, y de haber disfrutado de todos los tramos de costa más atractivos para la práctica del kayak, puedo afirmar sin temor a equivocarme que la costa de Menorca está entre los cinco mejores destinos del Mediterráneo para disfrutar en kayak. ¡Prueba y verás!

Menorca, 216 km de costa para explorar en kayak.

Una isla diseñada para el kayak.

Gracias a la grandísima variedad de sus paisajes costeros podrás navegar tanto por calas estrechas como por otras playas de arena blanca y fina infinitamente extensas. Disfrutarás explorando acantilados que caen a pico, divertidos escollos y canalillos, cuevas navegables, pequeñas albuferas, islotes en los que desembarcar y pasar la noche... La lista es interminable, por eso es tan divertido recorrer la costa de Menorca en kayak. Por sus innumerables atractivos. Pero hay otra característica que la hace aún más recomendable...

La costa cien por cien navegable.

En España hay otras porciones de litoral que también son muy apetecibles para el kayak, pero tienen el problema de que cuando soplan determinados vientos y se levanta la mar no tienes más remedio que volverte a casa y dejar de disfrutar. Pero en Menorca, por su orientación frente a los vientos dominantes y sus dimensiones (ni muy grande ni muy pequeña, con la costa opuesta a media hora de camino) lo tienes mucho más fácil. Si vienes para disfrutar del kayak y resulta que sopla tramontana (los vientos del norte) puedes navegar por la costa sur ajeno al oleaje y a las malas condicones; y si ocurriese lo contrario, te vas a la costa norte, así que nunca tendrás que volver sin haber gozado de tu deporte favorito. Eso, en la Costa Brava, por ejemplo, no pasa. Si hay mala mar, te vas para casa.

Si nunca lo has probado anímate, porque es un deporte muy sencillo y liviano (tanto técnica como físicamente) y si se practica con cordura y yendo bien equipado no resulta en absoluto peligroso. Empieza por pequeñas travesías por bahías protegidas como la de Fornells y cuando vayas cogiendo soltura empieza a ir un poquito más lejos. Pero sigue siempre las indicaciones que te doy en la sección Academia.

Pont d'en Gil

El Pont d'en Gil es una de los lugares más famosos de Menorca para disfrutar de la puesta de sol, y uno de los más divertidos para pasar bajo él navegando. © El Playólogo/Maremecum.

Menorca en kayak en diez etapas: Costa Norte.

 Seis etapas en la costa norte y cuatro en la costa sur.

Salvo excepciones, cada una de esas etapas es de unos 12 a 15 km de extensión (unas 3 o 4 h de navegación). Cada una ha sido diseñada para que puedas desembarcar y embarcar con relativa facilidad, avituallarte e incluso alojarte al final de cada etapa. Incluso están pensadas para dejar un coche al inicio y otro al final de la ruta (o coger un taxi o bus de vuelta). Puedes hacerlo con tu propio kayak o alquilarte uno, hacer solo alguna de las etapas o plantearte la travesía al completo. Como tú prefieras. Y siempre tendrás la opción de contar con la ayuda y los servicios de varias empresas especializadas que te lo pondrán más fácil. Porque en Menorca la práctica del kayak de mar está muy extendida y hay mucha oferta.

Etapa 1: De Ciutadella a Cala Morell.

Distancia: 8,7 M (16,1 km).

Dificultad: Muy alta.

Mi puntuación: 7 sobre 10.

Puedes comenzar a navegar desde el mismo puerto de Ciutadella, aprovechando la rampa de botadura que hay al fondo del puerto. El primer tramo de esta travesía discurre por calas estrechas como pequeños fiordos como cala en Blanes, cala en Brut, cala en Forcat, Calespiques y el racó des Mart, que están muy urbanizadas, algunas con hoteles construidos demasiado cerca del mar. Pero muy pronto te quedarás completamente solo disfrutando de la belleza salvaje de los acantilados. Ten en cuenta que desde sa Cigonya (poco después del Pont d'en Gil, el puente natural bajo el que tienes que pasar navegando sí o sí y hacerte una foto de recuerdo) hasta Cala Pous (poco después del faro de Punta Nati) no hay ningún lugar seguro para desembarcar ni bajar a tierra; y desde ahí hasta Cala Morell, tampoco, por eso considero esta etapa como de dificultad extrema. Antes de salir a navegar avisa de tus intenciones, no vayas solo y consulta el parte meteorológico con sumo detalle. Que no te sorprenda la tramontana ni vientos en contra que no te dejen progresar. Recuerda que este tramo de costa es el más peligroso y menos transitado de Menorca, y uno de los más duros en caso de mal tiempo.

Lo mejor: Navegar al pie de los acantilados –verticales y magestuosos– rozándolos casi al pasar, explorar las cuevas y navegar bajo el puente de roca natural de Pont d'en Gil.

Lo peor: Que te sorprenda la tramontana en una tramo de costa tan expuesto donde apenas hay sitios para desembarcar. Esta etapa solo la recomiendo para navegantes experimentados.

Punta Nati

Justo tras pasar Punta Nati se encuentra la conocida como Cala Pous, y, muy cerca de aquí, Cales Morts ("la cala de los muertos", cuyo nombre recuerda a los fallecidos en el naufragio del vapor General Chancy). Ninguna de estas calas permite salir a tierra firme con facilidad, y menos si hay mala mar. Así que no cuentes con ellas como vía de escape. En la imagen se puede ser el faro de Punta Nati y la parte del tramo de costa más complejo de toda la travesía. Y, al fondo, la isla de Mallorca. © El Playólogo/Maremecum.

Etapa 2: De Cala Morell a Binimel·là.

Distancia: 8,42 M (15,6 km).

Dificultad: Media.

Mi puntuación: 9 sobre 10.

Esta es una de las etapas más bellas por la gran variedad de paisajes que vas a descubrir. Hay tramos frente a playas salvajes como cala en Carbó donde no llega nadie desde tierra y otros frente a preciosas playas vírgenes como Algaiarens, Cala del Pilar y Cala Pregonda; y algunos junto acantilados inexpugnables como los del Cap Gros. En Cala Morell hay un embarcadero y un pequeño club náutico con una rampa de botadura desde la que hacerse a la mar, aunque tiene tanta pendiente que casi prefiero comenzar desde la playa, que está muy cerca del parking y de la carretera, para que no tengas que cargar mucho con el kayak a la espalda. No tendrás donde habituallarte hasta llegar a la playa de Binimel·là, donde hay un restaurante en la parte de arriba, junto al parking. Si buscas un buen sitio para pernoctar te recomiendo la playa de es Bot, en la Vall d'Algaiarens, cala en Calderer o, el lugar más sorprendente de toda la travesía: la playita de la isla del Escull Llarg. Toda la travesía es espectacular siempre y cuando no te sorprenda la tramuntana. Estos fuertes vientos del NW-N-NE son muy habituales en invierno, aunque pueden aparecer en cualquier época de manera imprevista y violenta, alcanzando fuerza 10 en solo 15 minutos después de un día en calma, con buena visibilidad y cielo despejado. Solo se puede preveer por los partes meteorológicos. No obstante, si navegando vieras una línea blanca a lo lejos, en el horizonte, y empezara a formarse oleaje, es que está al caer, así que lo mejor que puedes hacer es buscar una playa para desembarcar ya mismo y que nunca te pille navegando en mitad de la travesía. Es preferible estar en tierra firme y volver caminando que acabar empotrado contra los acantilados. No te la juegues... Se prudente, lleva siempre agua potable en abundancia, algo de comer, calzado cómodo (por si hubiera que volver caminando, pues casi siempre vas a tener el Camí de Cavalls a mano), un mapa detallado y un teléfono móvil cargado en su funda estanca. Avisa siempre de tus planes y disfruta de la aventura. Porque lo será: ¡una auténtica aventura!

Lo mejor: La diversidad de paisajes y la cantidad de playas vírgenes frente a las que vas a navegar, algunas de las cuales (como Cala Pregonda, Algaiarens, el Pilar, etc.) se encuentran entre las 10 mejores de la isla.

Lo peor: Que te sorprenda la tramontana.

Algaiarens

En la imagen se puede ver en primer término el Codolar de Biniatram, tras el cual está el el islote Escull de ses Vinyoles, en la bocana de entrada a la cala de ses Fontanelles, donde también se podría aprovechar para desembarcar e incluso pernoctar, y un poco más allá, la preciosa Vall de Algaiarens, donde es posible que encuentres kayaks de alquiler. © El Playólogo/Maremecum.

Etapa 3: De Binimel·là a la bahía de Fornells.

Distancia: 8 M (14,8 km).

Dificultad: Media-alta.

Mi puntuación: 8 sobre 10.

Se puede comenzar a navegar dejando el coche en el parking de la playa de Binimel·là, desde el que hay unos 200 m hasta la orilla. En el parking hay un bar/restaurante donde comer y beber algo. Si te cansas o decides abandonar la mejor opción en este tramo de costa es el puerto natural de Sanitja, donde es fácil que te vengan a buscar o recoger con un coche. Al doblar el Cap de Cavallería pueden cambiar mucho las condiciones de la mar, ya que estarás totalmente expuesto al viento del NE. En Cala Tirant puedes encontrar transporte, bares y restaurantes antes de llegar a la bahía de Fornells, el final de esta tercera etapa de la travesía. Cala Mica, Cavallería y Cala Tirant son playas bastante populares y asiduas entre los bañistas, pero hay otras como Cala Torta, Viola de Ponent y Cala d'en Saler donde merece la pena pararse para disfrutar de la soledad y tranquilidad.

Lo mejor: El contraste entre los tramos de calas vírgenes y los de acantilados verticales inexpugnables.

Lo peor: Que te sorprenda la tramontana o las corrientes y el oleaje que se forma al doblar el Cap de Cavallería.

Cap de Cavallería

El Cap de Cavallería es un fastuoso apéndice rocoso frente al que impresiona pasar navegando. Está cuajado de acantilados que caen a pico y no se podría desembarcar hasta llegar a Viola de Llevant o la Cala d'en Saler. El paso entre la Illa des Paset y el cabo es delicioso, al igual que el paso entre tierra y ese dedo pulgar rocoso que ve emerger entre el mar, conocido como Llosa des Patró Pere. © El Playólogo/Maremecum.

Etapa 4: De Fornells al Port d'Addaia.

Distancia: 6,45 M (11,9 km).

Dificultad: Media.

Mi puntuación: 8 sobre 10.

Esta etapa puedes empezarla desde cualquiera de estos dos puertos, donde hay varias empresas de alquiler de kayaks donde aprender y que además organizan rutas. La bahía de Fornells es uno de los mejores sitios de Menorca junto con Es Grau para empezar a conocer este deporte, ya que son zonas muy protegidas, seguras, fáciles y atractivas para toda la familia. Desde el puerto de Fornells puedes zarpar y cruzar la bahía hasta el otro lado, donde hay varias calas salvajes muy atractivas a las que te resultaría muy difícil llegar por tierra, ya que hay casi 6 km de andadura. Recorrer ese tramo de costa es delicioso y muy entretenido. Yo empezaría llegando hasta s'Arenalet para ir bajando hacia Cabra Salada, Caló des Llenyam, Jonquereta, s'Albufereta, recorrer el perímetro de la Illa Gran y si aún te quedan ganas seguir hacia Cala Roja bordeando la costa hasta las salinas. En esta zona protegida es fácil ver aves acuáticas y encontrar la soledad más austera que a veces tanto se necesita.

Bahía de Fornells

Esta es la bahía de Fornells y algunas de las calas salvajes de las que te hablaba. Entre el puerto y las calas apenas hay 800 m de distancia en kayak, o 5.500 m a pie... ¿Tú qué prefieres? ¡Prueba y verás! © El Playólogo/Maremecum.

Si te ves con fuerzas y experiencia como para proseguir con la travesía y salir de la bahía hacia el Port d'Addaya vas a poder disfrutar de lugares únicos. De la Punta des Morter a Cala en Tosqueta hay un tramo de costa acantilado salpicado de cuevas como la Cova dets Anglesos, la de na Polida, la d'ets Orgues, Na Rosser, etc. Y una cala muy curiosa, la del Racó del Frare, donde se forma una playa de arena fina a pesar de tener la orilla de roca pura debido a la acción del oleaje, que es quien transporta y deposita el sedimento. El verdadero paraíso te espera en Cala en Tosqueta y sus arrecifes e islotes. Esta cala tiene tres playitas a las que no llega nadie y donde da gusto pernoctar como un auténtico Robinsón Crusoe. A pie son 5.500 m, demasiado para el común de los mortales. Si llevas gafas de buceo aprovecha, porque esta zona es deliciosa.

Tosqueta

Cala Tosqueta es un auténtico paraíso casi en exclusiva para los que lleguen navegando, ya que por tierra son más de 5 km sin una mala sombra bajo la que cobijarse. Aquí puedes pernoctar como un náufrago y explorar el islote y los arrecifes que rodean la cala. © El Playólogo/Maremecum.

Otro de los lugares al que tienes que llegar sí o sí es hasta Cala Pudent, una cala con tres brazos y tres playas de arena fina que es todo lo que pudieras soñar. Aquí también es muy buen sitio para pernoctar. A partir de aquí yo pasaría de largo el arenal de s'Olla (conocido también como Son Saura y/o Son Parc) y sus horrendos bloques de apartamentos para gozar de la zona del macar de sa Llosa, donde hay alguna calita de arena donde parar a descansar y darse un baño. Las aguas aquí son cristalinas, y los fondos de arena infinita. Tal te parecerá estar levitando sobre turquesas líquidas. De aquí ya estás a nada del Arenal d'en Castell, donde podrías hacer un alto en la singladura y comer como un marqués, ya que hay al menos dos restaurantes a pie de playa que merecen la pena. Lo de comerse una paella en la terraza teniendo los kayaks a la vista es una gozada... ya lo verás.

Cala Pudent

En Cala Pudent se forman varias playitas de arena con unos fondos muy someros y luminosos que son una delicia para saltar al agua y nadar. Salvo la playa que le da nombre a la cala (donde se acumulan los restos de posidonia oceánica que le dan ese tufillo tan característico) el resto son playas muy apetecibles para disfrutar de la soledad. © El Playólogo/Maremecum.

Y de aquí al Port d'Addaia ya no queda nada. Este puerto natural es una delicia, sobre todo al atardecer. Me encanta recorrerlo todo palmo a palmo, con calma, degustando cada rinconcillo, pasando junto a las barquitas amarradas y recorriendo las orillas de la zona próxima a las antiguas salinas. Es fácil encontrarte con aves acuáticas y hasta con vacas vermellas (la especie autóctona de la isla) pastando en la orilla.

Lo mejor: Navegar tranquilo y seguro dentro de la bahía de Fornells descubriendo todas sus calitas salvajes, a las que no llega casi nadie caminando. Explorar las Illas d'Addaia en kayak.

Lo peor: Que te sorprenda el mal tiempo en el tramo que va de la salida del Port de Fornells a Punta Pentinat, y los vientos del primer cuadrante (N al E). Ten cuidado con las corrientes y el oleaje que se forma en este paso.

Salinas y Port de Addaia

El puerto natural de Addaia es una delicia para disfrutar en kayak. Y la oportunidad perfecta para comenzar a disfrutar de este deporte en familia. © El Playólogo/Maremecum.

Etapa 5: Del Port d'Addaia a Es Grau.

Distancia: 6,45 M (11,9 km).

Dificultad: Media.

Mi puntuación: 9 sobre 10.

El Port d'Addaia es un punto perfecto para empezar cualquier travesía en kayak, ya que la zona más próxima a este puerto natural tiene todo aquello con lo que soñamos los aficionados a este deporte: zonas protegidas, islotes para explorar, playas totalmente vírgenes a las que no llega casi nadie por tierra y dos rampas de botadura (una gratuita), muelles y embarcaderos frente a los que navegar al atardecer viendo decenas de barquitas amarradas (admito que me encanta ver barcos y lanchas, de cualquier tipo, y pasar paleando a su lado siempre ha sido una de mis aficiones... y como soñar no cuesta dinero... ;-). Al salir del Port d'Addaia la primer parada hay que hacerla en s'Olleta de la Illa Gran d'Addaia. Este pequeña marmita mineral tiene una playita en su interior. Es curioso, pero conozco "olletas" como esta en casi cada isla Balear: las hay en Sa Conillera (Ibiza) y en Es Malgrats (Mallorca).

Illa Gran d'AddaiaFíjate bien: ¿ves una lanchita dentro de s'Olleta? ¿Y si la próxima eres tú? Da gusto rodear la isla en kayak y explorar cada uno de sus rincones. Así es como te llevas sorpresas tan agradables como esta. © El Playólogo/Maremecum.

Después de las islas que protegen la entrada de Addaia las siguientes paradas tienen que ser en Cala en Brut y, sobre todo, en la joya de la corona: las playas del Mongofre y s'Enclusa. Estos arenales y sus dunas son una joya natural y uno de los mejores sitios de la isla de Menorca para explorar en kayak. Aquí no verás bañistas más que los que llegan en barco, ya que hay mucho que caminar para llegar hasta aquí. El tramo de costa que va de aquí hasta el Cap de Favàritx es tan oscuro y tenebroso, con una litología y paisaje tan atormentados por los elementos que se te pondrá la piel de gallina. Solo Cala en Caldés ofrece una buen resguardo. Lo demás son macares (playas de guijarros) casi inaccesibles desde tierra e infinidad de arrecifes peligrosos para la navegación.

Sivinar de Mongofre

El Sivinar de Mongofre y s'Enclusa son auténticos paraísos para la navegación, en cualquiera de sus versiones. © El Playólogo/Maremecum.

Anécdota: Recuerdo que hace ya muchos años, en mis primeros tiempos como Playólogo (año 2.000 si mal no recuerdo), que estando con mi lancha neumática explorando esta porción de costa me encontré con una familia con un niño de unos 8 años haciéndome señas desde el Macar de Davall. No me digas cómo pudieron llegar hasta aquí... pero lo cierto es que estaban totalmente desorientados y deshidratados. Sus caras lo decían todo... Llevaban horas esperando a ver pasar algún barco para pedir ayuda y nadie los veía. Estaban aterrados. Me pidieron que los acercara hasta algún lugar civilizado y, claro está, los llevé sin dudarlo. Una vez embarcados, más tranquilos y rehidratados, logré saber cómo había pasado todo: se salieron del camino, les entró el pánico y no se cómo consiguieron bajar ladera abajo hasta esta cala porque vieron una lancha fondeada. Y con tan mala suerte que cuando estaban llegando a la playa la lancha se fue. Y no los vio llegar ni oyó sus gritos. Y entonces fue cuando se bloquearon. Miraron hacia arriba y se dieron cuenta de la locura que acababan de cometer: bajaron no se sabe cómo por una peligrosa ladera por la que podrían haberse precipitado al vacío. Cuando el pánico se apodera de ti te ciega. Y entonces es cuando cometes auténticas temeridades. Fue el miedo el que les impidió ver que en realidad estaban a solo 300 m del Camí de Cavalls, una ruta senderista que los hubiera conducido hasta la carretera donde habían dejado el coche aparcado después de menos de 1.000 m. de caminata. Sin darse cuenta se arriesgaron a precipitarse ladera abajo y hacerse mucho daño por pedir ayuda a la lancha cuando ellos mismos hubieran podido salir del atolladero sin ayuda de nadie. Mi consejo es que conserves siempre la calma y que aprendas a transmitir confianza, serenidad y aplomo a quienes te acompañen. Don't panic! Esas son algunas de las cualidades de un buen patrón. Confía en ti, controla tus miedos y coge las riendas con fuerza. Se que puedes. Porque tienes que poder [...]

Macar Davall

Este es el Macar Davall, la ratonera en la que se habían metido. Por más que amplío la imagen aun no se como lograron llegar hasta la orilla... © El Playólogo/Maremecum.

Al doblar el Cap de Favàritx las condiciones de navegación pueden cambiar mucho y en la punta suele haber corrientes y oleaje. Este icónico faro es igual de hermoso visto desde tierra que desde el mar o desde el aire. Tanto como las playas de Cala Presili, Morella y En Tortuga, arenales muy visitados por los turistas ya que el acceso por tierra a través del Camí de Cavalls es muy sencillo. La siguiente playa con verdadero interés es la de sa Torreta o cala Rambla, donde he llegado a ver vacas vermellas en top less paseándose por la orilla entre los bañistas ;-). De aquí en adelante el siguiente objetivo son las playas de Tamarells y, sobre todo, las de la Illa d'en Colom: el Arenal d'en Moro y Cala Tamarells. Esta isla es más interesante recorrerla por la parte interior que por la costa exterior (costa este), que siempre suele estar batida por el oleaje y no cuenta con playa o rincón alguno donde refugiarse. Hasta aquí suelen llegar decenas de barquitas y kayaks desde es Grau, pues este es uno de los mejores sitios para iniciarse en la práctica del kayak de mar. En Es Grau podrás comer de restaurante con el kayak casi a tus pies y habituallarte. Hay taxi y autobús.

Cap de FavàritxEl Cap de Favàritx, tan bello desde el mar como desde el aire. Pero ojo con sus traicioneros arrecifes si vas a navegar muy cerca. © El Playólogo/Maremecum.

Lo mejor: La cantidad de calas vírgenes que vas a poder explorar, a la mayoría de las cuales solo se llega desde el mar con suficiente comodidad. El paso frente al mítico Cap de Favàritx y las aguas tan cristalinas y luminosas de Cala Presili, Arenal de Morella y Sa Torreta, así como el freo que se forma entre la Illa d'en Colom y tierra, con sus maravillosas playitas vírgenes accesibles solo desde el mar.

Lo peor: Los vientos de levante a partir del Cap de Favàritx y los de tramontana antes de llegar al faro.

Etapa 6: De Es Grau a Maó.

Distancia: 9,41 M (17,42 km).

Dificultad: Alta.

Mi puntuación: 5 sobre 10.

Esta etapa es dura y peligrosa, especialmente a partir de Es Murtar, ya que hay muchas zonas frente acantilados que no permiten bajar a tierra en caso de apuro. Los tramos más bonitos están muy cerca de Es Grau, donde como ya te dije tienes mucha oferta de alquiler por si no dispusieras de tu propio kayak. La zona que más me gusta es el paso por la Punta de sa Cudia y la de sa Galera, con sus divertidos canalillos entre los islotes. Llegar hasta aquí desde es Grau es muy fácil. Una buena idea sería salir de es Grau hasta la Illa d'en Colom, gozar del paso entre la isla y tierra y de sus playas para luego poner rumbo a Cala Avellana y el pequeño fiordo que forma. De ahí iría directo a explorar los islotes de la Punta sa Cudia y de sa Galera. Si sigues navegando hacia Maó no podrás encontrar "civilización" hasta sa Mesquida, donde llegado el caso podrías desembarcar con comodidad (hay una rampa de botadura y playitas resguardadas) y conseguir transporte. En Sa Mesquida lo que también apetece mucho es comer algo en su bar/restaurante teniendo los kayaks justo a tus pies...

Punta sa Galera

La Punta de Sa Galera y la de sa Cudia (al fondo) son dos de los sitios que más disfruto con el kayak en esta sexta etapa. En la imagen también se puede observar la illa d'en Colom y hasta el faro de Favàritx a lo lejos. © El Playólogo/Maremecum.

Lo mejor: El primer tramo de la travesía, el que va de Es Grau a Sa Mesquida, especialmente el paso entre los islotes de las puntas Sa Cudia y sa Galera.

Lo peor: El tramo siguiente, especialmente entre es Murtar y la entrada al Port de Maò, ya que está muy expuesto a los vientos del primer cuadrante y está muy acantilado, sin posibilidad de escape en caso de apuro. Y la entrada al puerto de Maó cuando algunas embarcaciones pasan demasiado rápido generando olas peligrosas para un kayak. Ojo con el tráfico al entrar al puerto natural de Maò.

Sa Mesquida

En sa Mesquida hay un pequeño pueblo vacacional (antiguamente de pescadores) que conserva gran parte de su encanto. Hay varios sitios para desembarcar con comodidad, posibilidad de transporte y un restaurante en el mismo pueblo donde picar algo. Un poco más arriba está el célebre restaurante Cap Roig. © El Playólogo/Maremecum.