
Mis queridos playólogos, hoy os voy a explicar cómo gozar de una playa muy parecida a la más famosa de Mallorca, pero sin sufrir sus retricciones. La archiconocida playa de Es Trenc se ha puesto tan de moda que durante los meses de julio y agosto han tenido que cerrar el tráfico de las carreteras de acceso y habilitar autobuses lanzadera. Los parkings, aún siendo de pago, se ponen a tope, y a veces, si no madrugas, es preferible no visitar es Trenc.
La vecina playa de Sa Ràpita (con sus dunas, su arena blanca y fina y la ausencia de edificaciones) no tiene nada que enviadiarle a la multitudinaria Es Trenç. © El Playólogo/Maremecum
Por si llegas y no hay sitio...
Esta es mi alternativa: Se trata de la vecina playa de Sa Ràpita, un extenso arenal que no tiene nada que enviadiarle a la joya de la corona de las playas mallorquinas. Y además os voy a sugerir un planazo para todo el día, con buenos sitios para comer y para explorar, que ya sabéis a que a mi es lo que más me gusta (comer y explorar ;-). Con el dinero que nos vamos a ahorrar del parking y del bus lanzadera vamos a poder comernos un menú del día bien rico (como por ejemplo el de la cantina del Club Náutico Sa Ràpita) o tomar el café y desayunar disfrutando de las vistas de Cabrera desde la terraza de la panadería más famosa de la zona (Forn Sa Ràpita). La playa de Sa Ràpita es casi igual de bonita que la de Es Trenç, y además está justo al lado. La arena es igual de fina y podrás pasear y pasear por la orilla a lo largo de sus más de mil metros de extensión. Y otra de sus ventajas: ¡que esta sí que tiene ducha! Así que después del chapuzón podremos endulzarnos y ponernos guapetones antes de ir a comer o a explorar el rinconcito marinero que os tengo preparado.
En esta imagen aérea podéis observar las rutas que os propongo y los sitios de interés geológico, etc. que más merece la pena visitar en esta punta conocida como Punta Plana, donde, además, se encuentran los restos etnológicos de s'Estalella, muy valorados entre los aficionados a la fotografía. El Club Náutico s'Estanyol alquila kayaks y paddle SUP con los que poder explorar esta preciosa porción de litoral. © El Playólogo/Maremecum
S'Estalella, una postal isleña ajena al turismo de masas
Al volver de la playa os sugiero acercaros a S’Estanyol, que está bien cerquita de Sa Ràpita; y si queréis tener una experiencia memorable, alquilaros unos kayaks o unas tablas de SUP en el club náutico para explorar s’Estalella desde el mar. Pero si no queréis volver a mojaros podéis pasear por el paraje protegido de la punta de s’Estalella, un lugar excepcional ya no solo por las vistas de Cabrera, sino por la fotogenia de las texturas de sus dunas fósiles y su patrimonio etnográfico. Aquí os encontraréis desde canteras de marés a una torre de defensa, un faro, cuevas, fósiles de bivalvos, un muelle, varaderos, curiosos ingenios para botar las barcas y varias casitas de pescadores super fotogénicas rehabilitadas como agroturismo.
Recorrer esta punta cuajada de casitas de pescadores, cámara en mano, al amanecer y con la isla de Cabrera recortándose en el horizonte, es una experiencia del todo recomendable; y una excursión, también, perfecta para hacer en familia y con los más pequeños de la casa. © El Playólogo/Maremecum
El puerto de los cañones
¿A que no sabíais que el puerto de S’Estanyol se mandó construir en los años cincuenta para desembarcar los enormes cañones Vickers que iban a equipar la batería de costa del Cap Blanc? Pues sí. Querían trasportarlos lo más discretamente posible y la opción de pasear esos enormes cañones desde el puerto de Palma hasta el Cap Blanc, frente al paseo marítimo, no les pareció lo más discreto. Así que se liaron la manta a la cabeza y ampliaron el puerto desde el que os recomiendo alquilar los kayaks.
Y otra curiosidad
Años más tarde se intentó construir justo aquí un puerto de gran calado para abastecer a una posible central térmica. El clamor popular y las protestas ecologistas evitaron el desastre. Igual no sabéis que el popular cantante mallorquín Tomeu Penya le dedicó un canción protesta a la térmica de s’Estalella...