
La costa este de Mallorca se extiende entre el Cap de Capdepera y el Cap de Ses Salines. En total son unas 40 millas de costa con 7 puertos deportivos con relativa disponibilidad de plazas para embarcaciones en tránsito. Además hay 74 playas y calas, algunas de las cuales son un excelente fondeadero. En el mapa de Maremecum te tengo seleccionados los 49 mejores fondeaderos. Los hay para todos los gustos y esloras. Pero aquí, en este artículo, te voy a recomendar mis 12 mejores fondeaderos de la costa este de Mallorca. Pero solo la primera parte. Porque hay otros 12 más en la segunda parte. Vas a conocer desde lugares totalmente vírgenes al fondo de pequeños fiordos donde no llega casi nadie por tierra a otros fondeaderos más populares, de fondos de arena perfectos, pero abarrotados de visitantes que llegan por tierra. Por otra parte, lo que no te puedo negar es que esta costa está bastante expuesta a las brisas y vientos típicos del verano, que son los del segundo cuadrante. Así que los lugares para dormir sin mucho meneo son pocos. Y tienes que conocerlos. Yo te los enseñaré. ¿Vamos allá? Pues comenzamos de norte a sur.
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1- Es Carregador.
¡Este sitio me encanta! Sobre todo para pasar el día ajeno a todo y a todos. Y es por esa tranquilidad que se respira, ya que aunque tiene una pequeña playa por aquí no se suele ver a nadie. Ni bañistas ni navegantes. Y el paisaje que lo rodea es precioso, con muy pocas construcciones. La tranquilidad es absoluta. ¡Y las ganas de bucear por las orillas enormes! Hay dos zonas con amplias manchas de arena con muy buen agarre sobre las que pueden fondear con suficiente holgura media docena de barcos de mediana eslora. La cala está abierta al este y puede que no sea la más ideal para pasar la noche (para eso te recomiendo que te acerques a la siguiente, a la de Sa Font de sa Cala), pero para pasar el día si los vientos acompañan es un lugar ideal.
Es Carregador. © El Playólogo/Maremecum.
Alternativa: Más al norte, cerca del Port de Cala Ratjada, tienes la playa de Son Moll. Es buena para bajar a tierra (en el cercano puerto de Cala Ratjada o en la playa) y visitar la población, pero se está mucho menos tranquilo que aquí.
Son Moll. © El Playólogo/Maremecum.
2- Sa Font de sa Cala.
Es una cala que, aunque parcialmente urbanizada, es preciosa, amplia y con sitio para embarcaciones de mediana eslora. Tiene una mancha de arena enorme justo en el centro, con muy buen agarre. Está muy expuesta a vientos del este. Está cerca de populosa Cala Rajada y a la vez muy lejos de su bullicio. Aquí los turistas no molestan tanto. El ambiente es familiar y tranquilo. Y no es un fondeadero muy conocido, así que estarás muy a a gusto. Al bucear puede que percibas el efecto visual del agua dulce que brota y que le da nombre a la cala (la fuente de la cala).
Sa Font de Sa Cala © El Playólogo/Maremecum.
Alternativa: Llegar hasta el fondeadero y playa de Canyamel, expuesto solo a los vientos del segundo cuadrante y con una de las mejores cuevas visitables de la isla: las cuevas de Artà. Aquí pueden fondear sobre arena decenas de embarcaciones, incluso de gran eslora.
Canyamel. © El Playólogo/Maremecum.
3- Cala Millor - Sa Trona.
Este es de los pocos lugares en este tramo de costa que están bien protegidos de los vientos del segundo cuadrante. La Punta de n'Amer es la responsable de frenar el oleaje, aunque por ser baja y sin apenas vegetación deja pasar la brisa. La zona más próxima a Cala Millor tiene una gran mancha de arena con muy buen agarre y zona de playa donde desembarcar con el dinghy. Pero si lo que buscas es mucha más tranquilidad y permanecer ajeno a los turistas y los hoteles de esta famosa playa te recomiendo mi rincón favorito, el de sa Trona. Aquí hay una mancha de arena preciosa y toda la calma que estás buscando. Lo malo es que resulta complicado desembarcar, pues no tiene playa. Y la verdad es que la punta de n'Amer merece una excursión, pues tiene un pequeño castillo con foso, un bar y es una zona protegida repleta de senderos para recorrer. Hay bunkers en ruinas y unas piscinas naturales labradas en una cantera de piedra marés al sur de la punta.
Punta de n'Amer, Sa Trona y Cala Millor. © El Playólogo/Maremecum.
Alternativa: Sa Coma es buena opción cuando soplan vientos del primer cuadrante, ya que la misma punta que protege a Cala Millor de los vientos del segundo cuadrante ahora hace lo propio pero con los del primer cuadrante.
Sa Coma. Mallorca. © El Playólogo/Maremecum.
4- Cala Morlanda - Caló d'en Rafalino.
Esta preciosa cala era aún más apetecible cuando no estaba la zona de baño balizada y te podías acercar más a la costa. Entonces había más resguardo y se estaba muy bien. Los fondos son de arena y con sitio para varios barcos. Y si hay suerte puede que haya emergido la calita de arena blanca y fina como la harina del Caló d'en Rafalino. Hacia el norte está la popular zona de baño de Cala Morlanda, donde los vecinos saltan al agua desde las rocas y disfrutan de una zona poco conocida entre los turistas. Es difícil encontrar sitio para desembarcar, así que solo la recomiendo para parar y darse un baño, o hacer noche si la mar acompaña.
Cala Morlanda. © El Playólogo/Maremecum.
Alternativa: A una milla al sur de aquí tienes Cala Petita, un estrecho brazo de mar al fondo del cual se forma una calita en un entorno totalmente virgen. Este es un sitio ideal para pequeñas esloras.
Cala Petita. © El Playólogo/Maremecum.
5- Cala Varques.
Este es probablemente el fondeadero más populoso de toda la costa este de Mallorca. Y razones le sobran. Además de una playa virgen preciosa (o dos, porque hay veces que emerge otra calita al sur, conocida como Petita de Cala Varques) tiene varias cuevas (la des Coloms, des Moro, de Cala Falcó, etc.) en las cercanías para explorar, tanto desde el agua como por tierra, y un puente natural labrado en la roca que es el segundo más espectacular de Mallorca (depues de Es Pontás, en Santanyí). Toda la zona es un auténtico paraíso para los aficionados al psicobloc, una disciplina de la escalada que no usa arnés ni cuerdas de seguridad, solo el mar como "colchoneta" para amortiguar los golpes. Hay acantilados desde los que salta la gente al agua, lo cual provoca cada año graves accidentes. Si encuentras sitio es muy buen lugar para pasar la noche. Los fondos son de arena y está bien protegida del S-SE, pero no del E.
Cala Varques. © El Playólogo/Maremecum.
Alternativa: Si estando en Cala Varques te agobias de ver tanta gente y tantos barcos igual prefieres la tranquilidad de la cercana Cala Falcó. La tienes a 0,4 M al norte. Está mucho más abierta, pero para pasar la mañana igual es buena opción. Un poquito al norte de la playa se encuentra la entrada semi sumergida de su famosa cueva. Verás grupos de turistas en excursiones programadas entrando a verla.
Cala Falcó. © El Playólogo/Maremecum.
6- Calas Magraner, Pilota y Virgili.
Son un trio de ases. No sabría con cual quedarme. Lugares como estos son los que me tienen enamorado. La mejor razón para aprender a navegar. ¡Como sea! Porque llegar hasta aquí cómodamente desde el mar te evita las grandes distancias que hay que caminar para llegar a estas calas vírgenes donde poca gente verás llegar a pie. Son como pequeños fiordos donde penetra la mar, al fondo de los cuales se forman pequeñas calitas de arena y/o grava. En función de tu calado y eslora (y del espacio disponible, pues cada vez se vuelven más populares) podrás fondear bien protegido cerca de la orilla y pasar una noche relativamente cómodo.
Cala Virgili, Pilota y Magraner.
Alternativa: Cala Sequer y Serral son dos preciosas calitas que aunque estén mucho más abiertas al los vientos y mares pueden ser una magnífica alternativa para pasar el día mucho más tranquilos aún que en Magraner, Pilota, etc. Los fondos son de una luminosidad encomiable y no hay nada más construido que una fastuosa mansión.
Cala Sequer y Serral. © El Playólogo/Maremecum.