
Todos nos hemos dado en alguna ocasión con el fondo (sobre todo yo, que por mi profesión de explorador tengo que navegar muy cerca de la orilla), pero eso es algo que tienes que evitar en la medida de lo posible, ya que dependiendo de la velocidad y del tipo de fondo con el que impactes (no es lo mismo chocar con la arena o fango que con una roca pronunciada) puedes lesionarte y/o dañar la embarcación seriamente.
Te recuerdo que en las lanchas no hay cinturón de seguridad y que saldrás despedido hacia adelante si chocas contra una roca bruscamente. También podrías romper el casco de la embarcación y hundirte o destrozar la hélice y/o la cola del motor (o todo a la vez).
Si te ocurriera alquilando una lancha sin titulación lo mínimo que tendrás que afrontar es la pérdida de toda o parte de la fianza (en torno a los 500 €). Pero, tranquilo, que si sigues mis indicaciones lo más probable es que nunca te suceda.
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Seis buenos consejos para no hundir tu lancha de alquiler:
- Cuando navegues ve siempre prestando atención a la superficie del mar. Si ves que la mar rompe sobre un sitio concreto y/o aislado formando olitas lo más probable es que allí haya un bajo o un arrecife que tienes que evitar. Esta probabilidad es mayor cuanto más cerca navegues de la orilla, aunque a veces se encuentran relativamente apartados de la costa y no hay boya o marca que lo advierta.
Este es el peligroso bajo de La Bota, en Ibiza, muy cerca de Es Vedrá. Es una roca con poco más de medio metro de agua encima que no está balizada. © El Playólogo/Maremecum.
- Cuando la mar está como un plato es cuando peor se ven los bajos. Las olas son las que delatan las zonas donde hay piedras peligrosas cerca de la superficie, ya que rompen sobre ellas y se ve la espuma blanca, pero cuando la mar está como una balsa de aceite no rompen y no notas su presencia hasta que no estás, literalmente, encima de las rocas.
En esta imagen se puede ver cómo el oleaje marca de espuma blanca los bajos que más cerca están de la orilla. En este caso se trata de los bajos de La Miranda, a la entrada a la ría de Ares, en una costa mareal donde la pleamar puede "tapar" las rocas que no emergerán hasta la bajamar. © El Playólogo/Maremecum.
- Usa gafas de sol polarizadas para evitar los reflejos y ver mejor lo que hay bajo la superficie del mar. Si navegas sobre aguas turquesas y de repente ves una mancha oscura cerca de la superficie puede tratarse de rocas o arrecifes peligrosos.
- Ponte de pie cuando no lo veas claro. Si te vas a acercar mucho a la costa, a un fondeadero o a una cala, aminora la velocidad y vete de pie para obtener un mejor punto de vista. Cuanto más alto estés mejor verás las rocas que pueda haber en el fondo. Al ir de pie vete agarrado al menos con una mano. Y no dejes que nadie vaya de pie sin tener al menos tres puntos de apoyo, ya que si tocas con el fondo o aceleras súbitamente es muy fácil caerse (incluso por la borda, por fuera de la embarcación) y hacerse daño.
Para tener un mejor ángulo de visión es recomendable navegar de pie, sobre todo al aproximarse a tierra. © El Playólogo/ Maremecum.
- Cuando te aproximes a la orilla, a un muelle o a unas rocas, hazlo siempre muy despacio. Recuerda que en los barcos no hay pedal de freno. Para parar hay que dejar de dar avante al motor y/o dar atrás. Así que vete poco a poco para no darle un golpe al casco. Las prisas y los acelerones bruscos siempre acaban mal.
- Si ves una boya grande o un poste saliendo sospechosamente en medio del mar es probable que esté avisando de la presencia de una roca o arrecife aislado. Fíjate en la foto que abre este post: se trata de la marca cardinal (cardinal es porque indica el sitio por donde tienes que pasar, que en este caso es hacia el W del poste) de la bahía de Santa Ponça, Mallorca, donde hay unos peligrosos bajos balizados. Si ves algo parecido aléjate (o acércate para verlo, pero yendo con mucho cuidado).
Este es otro buen ejemplo de bajo aislado, sin balizamiento y mucho más alejado de la costa de lo que cabría esperar. Con una lancha sin titulación no pegarás en él, pero con un velero puede que sí. Se trata del bajo de Na Cap de Porc, en el extremo SW de Menorca. © El Playólogo/Maremecum.
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